Queridos hermanos y amigos:
Ya llevo un año entre vosotros, al servicio de esta Santa Capilla, y doy gracias a Dios por vuestro apoyo, vuestro cariño, vuestro servicio desinteresado, vuestra caridad, vuestra comprensión, vuestro esfuerzo por adaptarse a mí, por todo. Que la Virgen del Carmen os lo pague; y pido perdón si he podido ofender a alguien con mi forma de ser y actuar, no es mi intención. Os animo a seguir sembrando, a seguir apostando para que se haga realidad entre nosotros la alegría, la paz, la unidad, el amor; seguir haciendo realidad los sueños y esperanzas de los hombres, especialmente de los más desfavorecidos. Sabed que ahí se encuentra el secreto de la felicidad: ¡en hacer felices a los demás!. ¡Hagamos, pues, felices a los demás! Eso es lo que verdaderamente nos llena y nos hace crecer, como personas y como cristianos: el compartir experiencias, el vivir intensamente cada instante de nuestra vida, el ser capaces de apoyarnos, de defendernos, de ayudarnos, de disculparnos, de perdonarnos unos a otros...etc. Gracias a todos los que os esforzáis por hacerlo realidad.
Gracias a todos los enfermos, que desde el lecho del dolor y del sufrimiento, no cesáis de pedírselo al Señor en vuestras oraciones, por intercesión de la Virgen del Carmen. Gracias a todos nuestros hermanos que durante este año, marcharon a la casa del Padre Celestial, y que lucharon, y trabajaron, por nuestra querida Capilla. ¡Muchas gracias a todos!.
Que en estos días de fiesta el Señor os bendiga a vosotros y a todos vuestros familiares y amigos, y os conceda aquello que cada uno de vosotros más necesita.
Recibid un saludo y abrazo de vuestro servidor,
Luis Gomaríz Hernández
